Primer Gasoducto verde de Argentina

El gasoducto que nos ocupa se extiende al norte de la provincia de Salta próximo a Tartagal. Tiene una extensión de 60 km y permite incrementar en un 45% la producción del área gasífera salteña. La zona donde se implanta se conoce como “Selva de Las Yungas”, lugar especialmente sensible desde el punto de vista medioambiental, por lo que se encuentra fiscalizado permanentemente por distintas ONGs. Como dato relevante mencionamos que a lo largo de su traza, este gasoducto, atraviesa la reserva de ACAMBUCO.

INMAC ha llevado a cabo la apertura y recomposición de la R.O.W. en plena selva, atravesando esta reserva ambiental, sin experimentar objeciones ambientales ni al proyecto ni a la obra. Esto es una muestra más de la calidad de nuestro compromiso con el medio ambiente.

La obra referida a la apertura de la traza (60 km) y su recomposición a través del diseño e implementación de obras de control de erosión, demandó un período total de ocho meses. Tres meses aplicados a la apertura (38 km de traza en montaña) y cinco meses al cierre y remediación final. Desarrollamos el diseño sobre una de las trazas preaprobadas del proyecto compatibilizando las necesidades constructivas propias de la instalación de un ducto con las técnicas que permiten controlar la erosión y pérdida de sedimentos. A partir de ese anteproyecto se licitó la construcción del gasoducto con expresa encomienda en el pliego para que se desarrollara una ingeniería de detalle que asegure la sustentabilidad ambiental de la obra en todas sus etapas (construcción y mantenimiento). El Cliente reconoció en INMAC esa especialidad, para diseñar un gasoducto de bajo impacto ambiental integrando una serie de técnicas que constituyeron una primera aproximación a lo que hoy llamamos Gasoducto Verde o Green R.O.W.

Las principales pautas de diseño de esta obra fueron reducir al máximo el ancho de pista minimizando el movimiento de suelos, asegurarnos de materializar una adecuada red de drenajes, y contener toda posible fuga de suelos de la zona de obra. Esto nos permitió asegurar un mínimo impacto sobre el medio ambiente, aproximadamente 40 % menor que el que hubiera producido el sistema constructivo tradicional.

Además de haber sido destacado en numerosas presentaciones internas, profesionales del Comitente presentaron nuestro proyecto en el III Congreso Iberoamericano sobre el Control de la Erosión y los Sedimentos (IIICICES) que se desarrolló en Buenos Aires, donde quedó demostrado la importante reducción del impacto ambiental lograda

Cabe destacar que nuestro staff de control de calidad permitió asegurar la fidelidad obtenida entre obra y diseño. El departamento de medio ambiente dirigió los frentes de trabajo en tarea compartida con los capataces y supervisada por el jefe de obra. Se logró además incrementar el uso de mano de obra local en una zona de emergencia social.

Debido a la capacitación impartida en campo por nuestros ingenieros en recursos naturales (dirigiendo los grupos de trabajo) se obtuvieron altos rendimientos desde el punto de vista ambiental. INMAC instaló su propia red de pluviógrafos para monitorear el comportamiento de las obras frente a las distintas intensidades de precipitación, realizando un continuo monitoreo de la traza a la vez que llevó adelante diferentes programas de I+D (Investigación y Desarrollo) asociados a la obra.